La Canción del Viernes (92)

Bob Weir, músico americano y uno de los fundadores de Grateful Dead, cumple hoy 74 años. Wier, como tantos otros, ha tenido que suspender la gira que tenía programada en este 2020 con su actual banda, Dead and Company. Grupo en el que varios exmiembros de los Grateful Dead unen fuerzas con el guitarrista John Mayer.

Se cumple además este año el 50 aniversario de dos de los discos fundamentales de los Grateful Dead, Workingman’s Dead y American Beauty, ambos lanzados en 1970 y que suponían el cuarto y quinto álbum de la banda. En ellos dejaban atrás la psicodelia de sus discos anteriores y se adentraban de lleno en el terreno del folk rock y del country.

Nuestra canción del viernes de esta semana, Sugar Magnolia, pertenece precisamente al American Beauty, disco que contiene clásicos como Ripple, Truckin’ o Friend of the Devil.

La Canción del Viernes (25)

Me gustaría dedicar la canción del viernes de hoy a Steve Earle, que cumplía 64 años ayer 17 de enero.

El tejano se encuentra actualmente trabajando en un disco homenaje a Guy Clark, una de sus mayores influencias. No obstante, en alguna ocasión, Steve ha declarado que Townes Van Zandt y Guy Clark fueron sus «Jack Kerouac y Allen Ginsberg».

Son muchas las canciones que podía haber elegido para homenajearle, pero al final me he decidido por «Copperhead Road»; canción de 1988 que daba nombre al tercer album de Steve Earle, y que habla de 3 generaciones de una misma familia; el abuelo y el padre se dedicaron a la elaboración y distribución ilegal de moonshine y el nieto, al cultivo y tráfico de marihuana.

Copperhead Road, era una carretera real en Tennessee, que fue renombrada como Copperhead Hollow Road, debido al robo de las señales que contenían el nombre de la canción.

La Canción del Viernes (8)

Ayer, 30 de agosto, se cumplían 50 años del lanzamiento del disco de los Byrds, «Sweetheart of the Rodeo». El añorado Gram Parsons se había unido a la banda en febrero del 68 y su influencia se notó llevando al grupo hacia el terreno del country. El cambio de estilo no gustó a los fans de la banda, acostumbrados al rock psicodélico y tampoco gustó a los puristas del country, que veían a los Byrds como hippies de pelo largo; por lo que las ventas del disco fueron discretas. Sin embargo, el disco está considerado como uno de los más influyentes del country-rock.

Este verano, Roger Mcguin y Chris Hillman, dos miembros fundadores de los Byrds, han unido fuerzas con Marty Stuart and His Fabulous Superlatives, para hacer una gira celebrando el 50 años de esta auténtica joya.

Una de las joyas que incluye este disco es esta «Hickory Wind».

Blaze Foley: The Drunken Angel

Blaze Foley fue, en palabras de Lucinda Williams,»Un genio y un hermoso perdedor». Cuando el 1 de febrero del 1989, con 39 años, moría tiroteado mientras defendía a un amigo de su hijo violento durante una reyerta familiar, poca gente sabía de su existencia. Fueron sus amigos los que se empeñaron en que sus canciones no cayeran en el olvido.

Michael David Fuller nació en Arkansas, aunque se crió y creció en Texas; donde acompañó a su madre y sus hermanas en la banda de gospel The Singing Fuller Family. Tras pasar año y medio haciendo de roadie para una banda de bluegrass , quienes le pusieron el mote Depty Dawg, llegó a una comunidad de artistas cerca de Atlanta. Allí se enamoró de Sybil Rosen, con quien vivió un idílico año en una casa de árbol cerca de dicha comunidad. Sybil plasmó el tiempo que pasó con Blaze Foley en el libro «Living in the Woods in a Tree: Remembering Blaze Foley».

La pareja se mudó después a Austin, para que Michael probara fortuna en la escena musical de la ciudad. Pero debido a la dificultad para conseguir conciertos allí, Michael se volvió a Atlanta, donde era mas conocido, y estuvo tocando por allí 4 meses. En esa época fue cuando empezó a actuar con el nombre de Blaze Foley, nombre que tomó de la leyenda del country Red Foley. Después la pareja decidió intentarlo en Chicago. Cuando sybil fue a verle tocar a un bar de country de dicha ciudad, tuvo una sensación agridulce; por una parte sintió emoción por verle tocar sus propias canciones delante de la audiencia; pero por otra parte le preocupó que estuviera completamente borracho para hacerlo. Tras un mes allí, Blaze Foley decidió volver a Austin. Allí conoció a Gurf Morlix, con quien trabó una buena amistad. Al año siguiente se fue con él a Houston, donde Blaze Foley,  actuaba de telonero en los bolos de Morlix por los garitos de la ciudad. En esta época fue donde empezó a usar la cinta americana, poniéndola en la punta de sus botas, burlándose así de los Urban Cowboys que llevaban botas con la punta plateada. Así comenzó su «fetiche» con la cinta americana. Cuentan sus amigos que una vez hasta se hizo un traje con ella. Por ello le pusieron el mote «The Duct Tape Messiah». Y así es como se titula el documental dirigido por Kevin Triplett sobre Blaze Foley.

Poco a poco se fue haciendo un nombre en la escena musical de Houston, y consiguio un contrato con una pequeña compañía discográfica y grabo un disco. De él solo se conservó el single «If I Could Only Fly», ya que el resto de las cintas fueron robadas del coche de Blaze.

Este single le sirvió para tocar en New York, en el Lone Star Cafe, como telonero de Kinky Friedman. El cual, durante su actuación tomo a Blaze como blanco de sus bromas, y éste, avergonzado y enfadado, se fue al hotel y destrozó los discos que tenía de Friedman. En esta visita a New York conoció a Townes Van Zandt. Allí se empezó a cimentar su amistad y se corrieron las primeras de sus juergas empapadas en alcohol.

Su problema con el alcohol iba creciendo, aún así, aceptó la oferta de un amigo de grabar un disco en el estudio Muscle Shoals en Alabama. Esta vez las cintas fueron requisadas por la DEA, cuando detuvieron al productor. Se salvaron algunas impresiones que se habían hecho del single «Oval Room», una crítica al presidente Ronald Reagan:

«He’s a movie star, if you stay up late
And he’ll search your car, if you don’t look straight
In his Oval Room, in his rockin’ chair
He’s the president, but I don’t care»

 

Todavía llegaría a grabar un tercer album de estudio, cuyas cintas también se perdieron, hasta que años después de la muerte de Foley, un amigo las descubrió limpiando su coche. Entre las canciones de ese album estaba la fabulosa «Clay Pigeon», canción que versionó años más tarde John Prine.

Precisamente John Prine era uno de los ídolos de Blaze. La canción «Big Cheese Burgers and good French Fries», tiene una clara influencia de Prine. Y son varios versos de esta canción los que aparecen escritos en la lápida de Foley:

«I like to drink beer, hang out in bars
Don’t like busses, and I don’t like cars
Don’t like president, don’t like stars
Never had stitches, but I do got scars
Love to go to parties, I love my friends
Got no books, just got bookends
Think I’m crazy, well that depends
It don’t seem that crazy to me»

Tras su muerte, su amigo Townes Van Zandt, compuso la canción «Blaze’s Blues» como homenaje y Lucinda Williams escribió años más tarde «Drunken Angel», que se incluyó en el maravilloso disco «Car Wheels On a Gravel Road»

Por suerte sus amigos se encargaron de que sus canciones no se perdieran para siempre, y podamos seguir disfrutando de la música de este genial y excéntrico artista.